Cómo Definir la Premisa de tu Novela

 

El segundo paso para escribir una novela es definir la premisa.  ¿Pero qué es exactamente la premisa? No se trata sólo del argumento, sino de una hoja de ruta que encierra el conflicto esencial y anticipa el viaje del protagonista. Sin una premisa clara, la historia puede perder rumbo y dirección.

La premisa es la idea central que impulsa toda la novela. Es breve, concisa y plantea un mundo de posibilidades.

Una buena premisa suele contener tres elementos claves:

1.     Un personaje: Quién vivirá la historia.

2.      Una situación inicial: El contexto en el que se encuentra.

3.     Un dilema o tensión: El conflicto que impulsará la trama.

Ejemplo de premisas efectivas:

1.     Superación personal: Un joven con miedo escénico debe enfrentar su mayor desafío cuando es seleccionado para protagonizar una obra de teatro que definirá su futuro.

2.     Romance y crecimiento personal: Dos desconocidos intercambian mensajes por error y, sin verse jamás, comienzan a enamorarse, pero uno de ellos oculta una verdad que cambiará todo.

3.     Drama familiar: Tras la muerte de su madre, tres hermanos distanciados deben unir fuerzas para resolver un enigma que podría cambiar su destino y revelar secretos enterrados hace décadas.

Cada premisa plantea un conflicto claro, un personaje con un desafío importante y un mundo de posibilidades narrativas.

Definir bien la premisa te permitirá mantener un rumbo narrativo. Cuando dudes sobre una escena o un personaje, puedes volver a la premisa y preguntarte: ¿Esto corresponde realmente a la esencia de mi novela?

Consejos prácticos para definir una premisa efectiva:

1.     Sé claro y conciso: Evita premisas demasiado complejas o confusas. Debe ser fácil de recordar y transmitir.

2.     Asegúrate de que incluya un conflicto: Una historia sin conflicto carece de tención y pierde interés del lector.

3.     Piensa en el viaje del protagonista: ¿Cómo evoluciona desde el inicio hasta el final de la historia?

4.     Prueba tu premisa con una pregunta: Si un amigo te preguntará: ¿De qué trata tu novela? Tu respuesta debería ser tu premisa.

5.     Escríbela en una sola frase: Una premisa efectiva puede resumirse en una línea sin perder su esencia.

Errores comunes al definir la premisa

Ser demasiado genérico: “Es una historia sobre amor y amistad” eso no es una premisa, es un tema.

No incluir un conflicto claro: Una premisa sin tensión hace que la historia sea plana.

No enfocarse en el protagonista: La premisa debe girar en torno al personaje principal y su viaje.

Tener demasiados elementos: Una premisa sobrecargada puede hacer que la historia pierda dirección.

Para concluir:

La premisa es tu brújula creativa. Si alguien te preguntara: “¿De qué trata tu novela?”, tu respuesta debería ser tu premisa. Si es clara, concreta y plantea un conflicto latente, habrás dado un paso clave hacia una historia sólida.

Espero que estos consejos prácticos, ejemplos, y errores más comunes te sean útiles para definir la premisa de tu novela.

Magíster. María Ramos Tejada.

Educadora, escritora y Blogger

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