La crítica no te define: 3 pasos para recibir feedback sin perder la calma

 

Recuerdo una vez en que recibí una crítica sobre mi trabajo. Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago.

Pero después de reflexionar sobre ello, me di cuenta de que la crítica no era sobre mí como persona, sino sobre mi trabajo. Y que podía aprender de ella y mejorar.

¿Te cuesta aceptar una crítica sin sentir que es un ataque personal? Cuando alguien nos señala lo que hicimos mal, es fácil que lo tomemos como algo personal. Esto suele pasar en el trabajo, con amigos, con tu familia, cuando alguien te señala lo que “hiciste mal”. Recibir críticas es incómodo porque nuestro cerebro las percibe como una amenaza. El rechazo social activa las mismas regiones del cerebro que el dolor físico. Por eso, cuando la crítica no duela literalmente, se siente como si lo hiciera.

Pero la crítica no tiene que ser algo negativo. Puede ser una oportunidad para aprender y mejorar. Aquí te presento 3 pasos para recibir críticas sin perder la calma.

1.  No toda crítica merece tu atención.

Antes de sentirte mal o reaccionar, pregúntate: ¿esta crítica realmente importa? No todas las críticas son iguales. Algunas tienen valor; otras solo reflejan emociones ajenas. Saber diferenciarla es la clave.

Crítica constructiva: es dada o viene de alguien que te respeta y busca ayudarte. Es específica y propone mejoras. Ejemplo: “Tu charla fue clara, pero podrías resumir algunas partes para hacerla más dinámica”.

Crítica destructiva: Es dada muchas veces por motivaciones y frustraciones personales, es vaga, negativa. No aporta ningún valor. Ejemplo: “Tu presentación fue un desastre. No sabes lo que quieres ni lo que haces”. Si la crítica no aporta nada útil, descártala. No todo el mundo merece espacio en tu mente.

2. Responde con calma, no con impulso

Cuando alguien nos critica, nuestro primer impulso es defendernos, justificarnos o incluso contraatacar. Pero eso solo empeora las cosas. En lugar, usa la técnica de las tres P: Pausa, Procesa y Pregunta.

Pausa: Respira profundo, piensa y analiza el mensaje, tómate unos segundos antes de responder.

Procesa: Pregúntate: ¿Hay algo de verdad en esto? Este simple acto activa tu pensamiento racional en lugar de tu reacción emocional. Extrae la esencia del mensaje y el beneficio para ti.

Pregunta: Si la crítica es confusa, pídele a la otra persona que aclare: ¿Me puedes dar un ejemplo concreto? Pide sugerencias. Pregunta cómo lo mejorarían ellos. Esta última pregunta te ayudará a diferenciar si es una crítica útil o simplemente una descarga emocional que puedes ignorar.

1.   Quédate con lo útil

No todas las críticas son ciertas, pero muchas pueden ser oportunidades de mejora. ¿Cómo aprovecharlas sin que te afecten demasiado?

Agradece lo constructivo: “Gracias por decírmelo, lo tendré en cuenta”.

Descarta lo destructivo: si no aporta nada, cierra el tema con un. “Entiendo tu opinión, pero no estoy de acuerdo.”

Reformula en positivo: Si alguien dice “hablas muy rápido”, conviértelo en “Voy a practicar hablar más despacio”.

Lo importante no es lo que te dicen, sino cómo decides reaccionar. Muchas veces, lo que otros critican dice más de ellos que de ti. Sus expectativas, frustraciones o forma de ver el mundo no son tu responsabilidad. La próxima vez que recibas una crítica, recuerda esto: tú tienes el control de poder evitar cometer el mismo error en el futuro. Decide qué parte te sirve, suelta lo que no y sigue adelante. La crítica no te define. Es solo una oportunidad para crecer.

Gracias por compartirlo con tus amigos.

Magíster. María Ramos Tejada

Educadora, escritora y Blogger.

Correo electrónico mariaj.ramos.t@gmail.com

 

Comentarios

  1. Excelente, el tema, estamos rodeados y accediados por este tema, donde estemos y con quién estemos, somos criticados de frente o no, lo importante es nosotros mismos asumirlas y analizarlas. En lo profesional somos capaces de hacerlo de frente con esos resultados, nos benefician si sucede así, si no ubicarnos y sacarle el maximo provecho, nos conviene, es positivo, aprendemos, la vida es un aprendizaje.

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