“CUANDO EL AMOR TE CONTAMINA”
Entre el amor y la permisibilidad hay una línea muy delgada, cuyo equilibrio brinda libertad y tranquilidad. A veces, cuando amamos a un familiar o a nuestra pareja, podemos contaminarnos con su toxicidad, llegando incluso a perder nuestra propia identidad. Nunca seremos completamente suficientes para nadie; aunque nos amen, siempre habrá un "pero", y esto puede convertirse en un karma difícil de sobrellevar.
Algunas personas son naturalmente
más conflictivas. Sin embargo, la crítica de los demás siempre existirá,
especialmente de aquellos que no logran mimetizarse con el amor que dicen
sentir por el ser amado.
En ciertas ocasiones, el amor nos
convierte en cómplices de situaciones que van en contra de nuestra voluntad.
¿Cuántas veces, en nombre del amor, hemos dicho o hecho cosas difíciles de
asimilar, evadiendo nuestra responsabilidad y aceptando lo no deseado?
Cuéntanos, ¿te ha sucedido alguna
experiencia desagradable que prefieres callar por amor?
¿Cuántas veces has recibido
reproches o malos tratos de un ser querido, admitiendo un error que no
cometiste?
¿Has aceptado cosas que no
deseas por amor?
¿Amas más de lo que te aman o es
al revés?
Podemos concluir que, por amor,
muchas personas olvidan su propio bienestar, algunos pierden hasta su voluntad
y otros aceptan todo sin cuestionar, solo por el miedo a perder al amor de su
vida.
Amar es maravilloso, incluso
cuando se trata del prójimo al que queremos ayudar. Sin embargo, no debemos
olvidar nuestra dignidad ni dejar de analizar si estamos envueltos en
situaciones que atentan contra nuestros principios, o que nos privan del derecho
a elegir nuestro desarrollo personal.
No permitamos que el amor nos contamine y nos haga perder nuestra esencia. Mantengamos siempre el amor propio. 💕
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