“El trabajo blando en la escritura creativa”
En el mundo de la escritura, no todo se trata de poner palabras en papel. Existe una fase crucial y a menudo invisible que muchos escritores experimentamos: el trabajo blando. Este proceso implica pensar, reflexionar y meditar sobre la obra, donde la imaginación y la razón se entrelazan para idear las mejores formas de articular y representar la historia, sus temas y personajes. En este artículo, explicaremos cómo este trabajo blando es esencial para la creación literaria.
El trabajo blando es esa parte del proceso creativo en la que no se escribe, sino que se piensa profundamente sobre la obra. Es un momento de introspección y creatividad, donde las ideas se maduran en la mente del escritor. Este proceso puede ocurrir en cualquier momento: mientras comemos, caminamos o incluso dormimos. La mente del escritor está constantemente trabajando, buscando nuevas formas de enriquecer la narrativa.
La importancia del trabajo blando. El trabajo blando es fundamental porque permite al escritor
explorar diferentes ángulos y profundizar en los detalles de su historia.
Durante esta fase, se pueden desarrollar los personajes, definir los conflictos
y encontrar la voz narrativa adecuada. Es un tiempo para experimentar con ideas
y conceptos sin la presión de producir el texto de inmediato.
En mi experiencia personal como
escritora y bloguera, el trabajo blando es una constante. Después de escribir
un borrador, revisar y reflexionar sobre lo que funciona y lo que no. A menudo,
le doy muchas vueltas a las ideas, pensando en ellas mientras estoy en la fila
del supermercado o en la sala de espera de un consultorio. En esos momentos,
cuando una idea me llega, la anoto rápidamente en mi celular o en la libreta
pequeña que siempre llevo en mi cartera. Este proceso me ha enseñado que
nuestro cerebro está siempre trabajando, incluso cuando no estamos frente al
teclado.
Mi consejo para otros escritores es darse tiempo. La prisa no es
buena consejera en la escritura. Debemos explorar todas las opciones y
posibilidades narrativas. Escribir es un trabajo duro, algo que he vivido en
carne propia cada vez que me enfrento a la creación de un texto. La paciencia y
la reflexión son claves para desarrollar un escrito o una obra sólida y
bien pensada.
Conclusión.
El trabajo blando es una parte esencial y a menudo subestimada del
proceso creativo en la escritura. Aunque no se vea, es en estos momentos de
reflexión y meditación donde se gestan las ideas más brillantes y se construyen
las bases de una obra literaria. Para los escritores, es importante reconocer y
valorar este tiempo de pensamiento como una parte integral de su trabajo
creativo.
Me gustaría que me contaras en los comentarios, tu experiencia,
ideas, en este proceso creativo de escritura.
Gracias por leerme y compartirlo con los amigos.
Magíster. María Ramos Tejada.
Educadora, escritora y Blogger.
Correo
electrónico. mariaj.ramos.t@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias, por leernos, comentar y compartir