PREFIERO EL PAPEL DE AMANTE

Porque sé que vendrás feliz y con ganas de tenerme, sin importar que tu día haya sido complicado muestras paz al estar conmigo, y eso me gusta, poder acariciarte todo el tiempo que compartimos sin que me preguntes: ¿qué hay de cenar y a dónde fui?, o ¿Por qué? Ando tan arreglada, sabes que esas interrogantes me irritan, de sobra entiendes que no tengo dueño, segura estoy que saldremos por ahí; me gusta pasear en secreto contigo, la adrenalina me sube hasta la cabeza dejándome en los labios un sabor a deseo, ansia desbordante de estar juntos ahora mismo, así a escondidas como cuando se tiene temor de ser descubiertos en la habitación de un hotel, mi piel ya vibra con tu cercanía; lista para descubrir en cada caricia algo nuevo, así sin obligaciones ni lazos que se vuelvan cadenas.

Me gusta complacerte porque sé que tú lo harás conmigo, eres tan desprendido que no escatimas en mis caprichos, aunque debo confesar que no siempre estoy de humor para escuchar tus abrumaciones, me aburren tus conversaciones quejosas a cerca de tu familia.

Te recuerdo que yo estoy aquí para pasarla bien, amarnos hasta la locura, realizar tus fantasías, fuera de ahí no me vengas con problemas de ninguna índole, esos, llévalos a tu casa; con ella que abraza tus miserias y presta oídos a tus quejas, ahí donde te cura cuando te sientes enfermo a sabiendas que vas de estar conmigo.

Pero levanta el ánimo, deseo que nos amemos ahora y más al rato, antes de que la noche termine y tus pretextos ya no sean creíbles.

-Cariño es tarde, en tu casa te esperan, ¿nos vemos mañana? Espera, te daré el último mordisco para quedarme con el sabor de tus labios en mi boca, y que no se me haga larga la espera.

… Hoy amanecí molesta, han pasado varios días y no contestas mis llamadas no sé qué hacer, quisiera salir a buscarte, te extraño tanto, deseo estar contigo todo el día, y que hagamos el amor como cuando nos conocimos.

…¿qué pasará? Empiezo a angustiarme han transcurrido varias semanas y no sé nada de ti… Por favor, llámame te necesito y te deseo tanto, mis noches se vuelven eternas sin ti. 

¡Oh! Al fin un mensaje:

-Querida mía… lo nuestro no puede continuar, me he dado cuenta que amo a mi esposa, y deseo recuperarla, lo que hubo entre nosotros fue solo el calor del momento pero nada más, debo aceptar que fue placentero gozar de este tiempo contigo, aun así ya terminó. Buscaré a mi amada esposa, trataré por todos los medios que me perdone, sé que hice muy mal en engañarla, te deseo suerte.

¿Suerte? ¿Por qué tuve que tomar el papel que parecía más fácil? ¿Qué voy a hacer con el hijo que espero, como le diré que su padre tenía otra familia? Y que fui yo la culpable de esta situación.

Es difícil calzar el zapato ajeno, en la mayoría de veces juzgamos como lo haría el más enérgico de los jueces, solo aquellas personas que han perdonado no porque el otro/a se lo merezca, si no por salud propia, logran ver y entender los motivos que llevaron a los culpables a realizar actos como el engaño a la pareja, porque todos estamos expuestos a caer en tentación, lo mejor que podemos hacer es entender los motivos de quienes ya lo hicieron. Tampoco lo usaremos como excusa, debemos conducir nuestras vidas con ética y moral.

© 2023 Silvia Sánchez Chimal.

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