La envidia:



La envidia es una clara manifestación de carencias, a nivel espiritual, representada por medio de sentimientos egoístas y destructivos. La envidia puede manifestarse de diferentes maneras y en diferentes contextos. Algunas muestras de esta, puede ser el no soportar el éxito profesional de un colega, amigo e inclusive familiar, la belleza de una persona o la felicidad de una persona cercana. Cualquiera que sea su forma de manifestación, siempre va tener  consecuencias negativas tanto para la persona que la siente como para aquellos que son el objeto de su envidia.


Para la persona envidiosa, puede ser muy destructivo, llegando a experimentar emociones negativas como la amargura, el resentimiento, la frustración y hasta la depresión. La envidia puede llevar a una persona a desear el fracaso o la desgracia de aquellos a quienes envidia, lo cual es una actitud perjudicial que en ocasiones se convierte en actos mal intencionados. Lo que va generar malestar y deterioro en el bienestar emocional y su relación con los demás.

Además, la envidia también puede tener un impacto negativo en las relaciones interpersonales. Cuando una persona es objeto de envidia, lo percibe hasta llegar a sentirse incómoda o incluso amenazada. La envidia genera un ambiente de competencia y desconfianza, lo cual puede deteriorar la calidad de las relaciones; y lo peor, es que se crea división entre amigos y familiares. Todo esto, rompe las relaciones porque no soportar la influencia que ejerce la otra persona en su ambiente directo, inclusive su aceptación en la sociedad.

Es importante entender que la envidia es un sentimiento natural, al igual que otros sentimientos, como la rabia, el rencor, y que todos en algún momento de nuestras vidas podemos sentirnos envidiosos. Sin embargo, es fundamental aprender a manejar este sentimiento de manera saludable y constructiva, convirtiendo esa parte negativa en admiración y el deseo de aprender de esa persona para mejorar.

Reconocerla y tratar de entender de dónde proviene. ¿Qué es lo que realmente queremos o necesitamos que creemos que esa persona tiene? A veces, la envidia puede ser una señal de que hay aspectos de nuestras vidas que queremos cambiar. Eso es válido, pero nunca pretendiendo ser igual al envidiado, porque todos brillamos de diferente forma y posiblemente en otro contexto o lugar…

No debemos permitir que la envidia nos distraiga de nuestro propio crecimiento y desarrollo personal. Todos poseemos algo especial, trabajar en ello es lo que nos hará avanzar, no hay nada útil en ese sentimiento y por el contrario puede no solo ocasionarnos perdidas de verdaderas relaciones y hacer daño quizás, para terminar destruyendo hasta nuestra propia autoestima.

La envidia es un sentimiento complejo y si no se transforma, puede tener consecuencias negativas tanto para la persona que lo experimenta como para aquellos que son objeto de sus envidias. Lo más importante, es fortalecer nuestro espíritu y la confianza en nosotros mismos, sin necesidad de crear conflicto y perder posiblemente la oportunidad de rodearnos de personas excelentes que nos puedan aportar.


Hasta pronto mis LiterArte personajes

AlexandraC
 
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