COSAS A LAS QUE LES TENGO MIEDO

Cuando era niña le tenía miedo al coco, al viejo del costal, al oso que se había escapado de un circo, hasta a la bruja que todos decían que se acercaba por las noches a las casas en busca de niños para chuparles la sangre, yo era tan pequeña junto con mis hermanos, que no entendía que todo esto lo habían inventado mis padres para que de esta forma nos pudieran tener un poco quietos en las travesuras y obligarnos a ir pronto a la cama.

Hoy en día recuerdo aquellas cosas y me sorprende que los niños de ahora ya no creen en esos monstruos, ahora yo no puedo engañar a mis nietas con eso.

Sin embargo, sigo teniendo miedo.

Miedo de fallarme y no alcanzar mis sueños, miedo de estar viva y no ser feliz (esto solo depende de mí), de no aprender lo que antes no pude, de que alguien se acerque a mí en busca de ayuda y que yo no pueda brindársela, miedo de levantarme tarde porque mi tiempo no me alcanzará para realizar mis labores, miedo de perder el tiempo porque es un recurso no renovable, miedo a morir sin una amistad sincera, miedo de dejar a mi familia huérfana de mí.

Ahora sé, que aquel coco fue siempre una fruta y no un monstruo, que el viejo del costal es una persona a quien le negaron ayuda, y que los osos están a punto de extinguirse y ya no andarán por ahí o que las brujas encierran en ese sobrenombre magia y no maldad.

Mientras tanto seguiré trabajando para alejar mis miedos, principalmente el último de ellos.

©2023 Silvia Sánchez Chimal.

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