La catarsis matutina
Bienvenido el primer café - té de la mañana.
Soy amante del café; de hecho, me
he dado a la tarea de saborear el café de cada lugar que visito por primera
vez, no importa la hora no importa el lugar ni la ocasión. Este encuentro me ha
permitido desarrollar un sentido del gusto de esta rica especie.
Así, todas las mañanas junto con
ese primer sorbo de café donde revivo cada una de esas visitas al conectarme
con su olor, su sabor. adopté una práctica, mi catarsis matutina,
proceso de drenaje del cerebro mañanero, para darle orden al caos que durante
el sueño se creó con toda la información que intenta archivar y reposar mi
mente.
La creadora del concepto es la
escritora estadounidense Julia Cameron quien, en su libro El camino del artista (1992),
afirma que las páginas matutinas “morning pages”, así las bautizó, son de las
principales herramientas para el desbloqueo de la creatividad.
En este proceso de observación de
mi SER he notado que cada mañana mi cuerpo y mi mente reaccionan de forma
diferente, unas veces me levanto cargada de energía y otras con una pesadez
tremenda en la cabeza. Ciertamente, el cómo había sido mi dormir, la hora de
poner mi cuerpo en descanso, lo que cenaba la noche anterior, eran factores que
influían en la forma como me sentía al levantarme. Sin embargo, no eran razones
suficientes para identificar que me pasada.
UrgandoME … la pregunta que llegó fue cómo nivelar -más
allá de hacer los ajustes de horario y comida de la noche anterior- la energía
para continuar el día. Decidí investigar y me conseguí con esta práctica.
Todas las mañanas, antes de
iniciar la rutina de actividades del día, me siento a escribir a mano (no en el
teléfono, no iPad, no computadora), a pulso, por lo menos tres caras de hojas
de papel (completas, por delante y por detrás, o sea, una hoja y media) todo lo
que viene a mí, descargando ideas, frases, sin mayor estructura, ni cuidando la
ortografía, ni tampoco el hilo gramatical, dejo fluir, sin pensarlo, todo
cuanto venga, incoherencias, estupideces, garabatos, a veces dibujos, otras
tantos poemas…sin mayor esfuerzo sin objetivo definido…. que no implique
esfuerzo mental ni emocional …sencillo y fácil.
Los primeros días escupía de todo, veneno, diría en pocas
palabras, toxinas, que envenenaban mi mente y cuerpo.
Varios días después, mis letras eran otras…
Click... entendí lo de mi pesadez en la cabeza.
Poco a poco lo incorporé como un hábito y bajo ninguna circunstancia no dejaba de escribir las tres páginas, me obligaba a escribirlas.
¿Adivina qué pasó al cabo de tres semanas?.....
Mis escritos se tornaron sutiles, ahora escribía inclusive
rimas (a mi ritmo, je je je).
Ese momento se convirtió en momentos de inspiración, fluían ideas creativas, algunas veces poesía, mi SER interno comenzó emerger con todo su AMOR, una Sinfonía (así llamo a mi voz interna amorosa y alegre) de letras donde se respiraba armonía.
No te niego que a veces sigue saliendo mi Intensa (la señora que vive arriba -léase mente) y mi pesadez vuelve. Solo sé que mi catarsis matutina -así como disfrutar de mi primer café- no dejo de practicarlos a diario, porque me ha permitido ordenar mi casa, mi mente, a desechar viejos pensamientos que seguían rumiando y que no aportaban ningún valor; solo sé que despertó la musa que habita en mí.
Así como ha dado resultados en mi vida, he tenido la oportunidad de sugerirle a otros a quienes he tenido la fortuna de acompañar en este viaje del coaching, con maravillosos encuentros y redescubrimientos.
Anímate, integra esta práctica en tus rituales diarios, verás cómo obra milagros en TI.
Soy Iride Rivera, coach
motivacional, escritora, profesional de las finanzas, maestra de meditación
certificada.. Experimentar es mi metodología, el vehículo para gestionar mi
propósito de vida, SERVIRTE A TRAVES DEL AMOR y vivas LA MAGIA DE VOLVER A TI,
A TU ESENCIA.
Nos encontramos a
través de mis redes:
https://www.instagram.com/iride_rivera/
Felicidades, una buena forma de motivar para iniciar la escritura.
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