Todos tenemos un Colibrí en nuestro corazón
Me encantan los cuentos y relatos, aunque no escribo ese tipo de género literario, soy de las que escribe historias.
Ese gusto apasionado diría, es porque a través de ellos, puedo y puedes fácilmente ubicarte en el contexto (el narrado en el cuento-historia-relato) y extrapolarlo a nuestra realidad, o entorno.
Es una buena manera de llevarnos a un espacio de reflexión, de yo con yo, e ir más allá de lo visible.
Hoy quiero compartirte este relato, que tu imaginación alce vuelo, con destino a tu interior. Allí te permita reconocer que tienes un colibrí en tu corazón.
El corazón del colibrí
Había un bosque grande y antiguo, placido, tupido de árboles y en el que vivían infinidad de animales.
Llego el verano y con el intenso calor las sequías. Esto provoco que comenzaran los incendios. El fuego se extendía rápidamente por el bosque y los animales, asustados, comenzaron a huir.
En medio de la confusión, un pequeño colibrí comenzó a volar en sentido contrario a la dirección del resto de los animales.
El pequeño pájaro volaba una y otra vez hasta un lago en el centro del bosque, cargaba unas pequeñas gotas de agua y las esparcía por sobre las llamas.
Leones, Jirafas, Elefantes y otros, asombrados no dejaban de mirar al pequeño animal, en tan asombroso accionar. Luego de un buen rato de observarlo, uno de ellos le pregunto: ¿Que estás haciendo?, ¿A dónde vas? ¿por qué no huyes del fuego?
El colibrí, se paró solo un instante y mirándolos, como todos huían del lugar, les contesto: “En este bosque esta mi vida, mi nido y todo lo que construí, al igual que lo de todos ustedes. No quiero que desaparezca, y me sentiría muy mal el saber que, pudiendo desde mi lugar no hice nada. Es por eso que voy volando hasta el lago en medio del bosque, recojo un poco de agua en mi pico y la tiro sobre las llamas para mitigar el fuego”
El resto de los animales, le decían: estás loco, no servirán unas pocas gotas para apagar tamaña intensidad de llamas, tu solo no podrás apagarlo”
A lo que el colibrí contesto: “Es posible, es posible, solo estoy cumpliendo con mi parte”; y continuo su incansable vuelo hacia el lago…
Hermoso relato…
¿Qué significado tiene para TI?
Compártelo en los comentarios, es grato y enriquecedor para esta comunidad de lectores, leerte… sobre todo saber que estás allí haciendo tu parte.
Antes de dejarte con tus reflexiones, te regalo estas líneas…
“Confía, lo que haces es un aporte inmenso para el mundo”
“No desestimes el gran valor que representan tus acciones para quienes te rodean”
“Nunca desprecies la ayuda de alguien que te la ofrece, porque en conjunto lograrán grandes cosas.”
“Si cada uno aporta una gota de agua, se llena un vaso que le quita la sed a aquel que se deshidrata.”
“Si cada uno hace lo que le corresponde en cada momento, y así cada uno hace lo mismo, ¡¡podríamos lograr grandes cambios conjuntos!!”
Te amo grandote,
Íride
Soy Iride Rivera, coach motivacional, escritora, profesional de las finanzas, maestra de meditación certificada. Experimentar es mi metodología, el vehículo para gestionar mi propósito de vida, SERVIRTE A TRAVES DEL AMOR y que vivas LA MAGIA DE VOLVER A TI, A TU ESENCIA.
Nos encontramos a través de mis redes:
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Un hermoso relato motivador, que nos deja una enseñanza valiosa. Gracias, querida Íride.
ResponderEliminarMuchas gracias por la lectura.
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